MUJERES Y VEJECES
La feminización del envejecimiento
La vejez de las mujeres en México es tan diversa como hay mujeres, recordemos solo que los contextos sociales y educativos marcan la mayor diferencia, sin embargo para una gran proporción de ellas la vejez tiene similitudes y coincidencias: se encuentran abandonadas a la pobreza, la marginación y la inseguridad social.
Esta historia es la suma de condiciones adversas desde sus edades tempranas, son las mujeres mayores donde se registra el mayor número de analfabetas, pocas accedieron a trabajos formales, y por ello la mayoría no pudo cotizar a ningún programa de seguridad social por lo tanto no reciben ingresos por jubilación, algunas cuantas reciben pensiones por viudez, que son las más raquíticas del sistema de pensiones; dependen en mayor o menor medida de los apoyos familiares.
Son también las principales receptoras de actos de violencia y maltrato, sobre todo de despojos y discriminación por parte de los más jóvenes y fuertes.
Sin embargo como una ironía, son las mujeres las que tienen una esperanza de vida más larga, aventajan a los hombres en un promedio de 4 años (72 años hombres por 76 años mujeres), pero paradójicamente son ellas más propensas a padecer de enfermedades crónicas y discapacitantes; además de esto la estadística demográfica muestra una diferencia de 4% en terminos generales a favor de las mujeres, esta proporción en edades avanzadas se amplía aún más.
Actualmente las mujeres rurales e indígenas ancianas son las personas más vulnerables y siguen siendo las más olvidadas, no existe ni se vislumbra un panorama alentador para ellas; por el contrario se siguen sumando factores de riesgo como la atomización de su único reducto: La familia extensa; con motivo de la migración e incluso por la ola de muerte y violencia que azota al país, un ejemplo es Sara Salazar viuda de Reyes, quien en meses ha perdido cuatro hijos, una nuera y un nieto.
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