domingo, 9 de octubre de 2011

Programa 41/11 del 09 de Octubre del 2011

SÍNDROME DE FRAGILIDAD
Invitado: Geriatra Mariano Montaña Álvarez
Instituto de Geriatría

Un síndrome es en general una manifestación física o psíquica de un problema subyacente que requiere ser diágnosticado y tratado, en el rubro de la gériatría, se identifican varios síndromes, pero son cinco los más relevantes o que mayor atención requieren, ya bien por su impacto o ya bien por el número de personas que lo presentan, estos son: Síndrome de caídas, de deterioro funcional, de incontinencia, de delirio y de fragilidad.
Todos ellos representan la manifestación de trastornos que de no ser entendidos y tratados de manera integral pueden llevar a los ancianos en un proceso de deslizamiento en sus facultades que a su vez se irán complicando con otros trastornos hasta llevarlo a la muerte. Es un circulo vicioso que los médicos que nos están debidamente preparados pueden no enteder adecuadamente, y aquí radica el desafío para los tratantes: Mientras que, por poner un ejemplo, una persona de 30 o 40 años manifiesta una fiebre y un dolor que sirven como síntoma para el diágnostico de un "x" padecimiento, una persona anciana puede presentar un delirio o repetidas caídas como manifestación de ese mismo padecimiento.
Un abordaje errado o a destiempo puede llevar al anciano a la perdida de sus capacidades físicas y/o mentales en un corto tiempo. En el caso del síndrome de fragilidad, las consecuencias son fatales, debido en gran medida a la disminución progresiva de las resevas físicas que todo organismo debe tener para responder eficientemente ante cualquier contingencia, enfermedad o accidente, subyace por lo regular un estilo de vida o hábitos de vida que predisponen a la perdida de esta reserva, sobre todo de orden alimentario, actividad física, adicciones o enfermedades crónicas mal controladas, también es un factor importante la educación o conocimiento limitado con respecto al proceso de envejecimiento, así como la fiabilidad que algunas personas tienen sobre algunas creencias y mitos que entorpecen los procesos saludables, nuevamente se cita un ejemplo: Si un anciano se enferma y se disminuyen algunas de sus capacidades, por lo regular se acepta como algo normal de la vejez, de los años y se propicia que el anciano se quede si realizar ninguna actividad, suponiendo que el descanso es una medida terapéutica benéfica; y la realidad es todo lo contrario: a mayor inactividad, mayor el deslizamiento y más probables las recaídas y las complicaciones.
La actual terapéutica geriátrica propone que a la aparición de un síndrome, en particuar el de fragilidad, el abordaje debe ser expedito, integral y holístico, en donde se tiene que involucrar activamente al anciano, a la familia y por supuesto equipos multidisciplinarios de la salud; en primer lugar dedicados a frenar las consecuencias mientras se logra establecer un diagnóstico acertado de las causas subyacentes 

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