domingo, 20 de febrero de 2011

Programa 08/11 del 20 de Febrero del 2011

SEXUALIDAD,

Equidad y Placer en la Tercera Edad


Invitados: Educadora en Sexualidad Humana Lidia Miranda Eslava

y Pisc. Elizeth Altamirano López, Director del Centro de Promoción Gerontológica del Centro Histórico de la Ciudad de México

A pesar de las libertades alcanzadas en el tema de la sexualidad, aún se corre un púdico velo para hablar lo referente a la sexualidad en la tercera edad, está llena de mitos y falsos estereotipos, represiones y auto represiones.

La sexualidad humana se puede entender desde cuatro dimensiones: La más visible es la capacidad de reproducción, como medio para mantener la existencia humana, tanto biológica como conductual; otra es la condición de género, al nacer hombre o mujer, existe una expectativa social que va construyendo durante el desarrollo del individuo, su propia expectativa sobre el hecho de ser mujer o ser hombre; una más es la capacidad afectiva y emocional que se genera en la relación entre las personas, la capacidad de amar y compartir; por último está la parte erótica, el placer de ejercer todas las capacidades tanto físicas, sensoriales y emocionales, que permitan a la persona sentirse plena y con gozo.

A las personas adultas mayores se les ha hecho creer que son personas asexuadas, sin motivaciones (como el ya no poder reproducirse) y sin capacidades (por perdidas físicas) para ejercer el derecho a su sexualidad y su erotismo; por otro lado la sociedad a construido falsas imágenes de ridículo y mofa como el "viejo rabo verde" o la "vieja loca", que inhiben y castran socialmente a los adultos mayores; o incluso han llegado a generalizarse creencias como la pederastia de los abuelos; además del poco apoyo y comprensión por parte de las familias y generaciones más jóvenes, e inexsistentes programas o campañas de educación y sensibilización.

Si bien con el proceso de envejecimiento se viven cambios físicos e incluso pérdidas funcionales, esto por sí solo no es una limitante para que las personas de edad puedan ejercer, practicar y disfrutar de su sexualidad; aquí cabe hacer mención que la sexualidad es una práctica con amplias y extensas posibilidades de ejercicio, dando por descontado que el coito y la genitalidad son solo una vía, más no la única. Las capacidades sensoriales permiten junto con la mente y las emociones obtener placer y alcanzar la plenitud de gozo a través del contacto, las caricias, los aromas, los sonidos, las palabras, los sabores, etcétera, etcetera.

Sin embargo cuando no hay equidad e igualdad entre los géneros no hay equidad en el desarrollo de las personas, al interior de las familias, de las relaciones, incluso màs en el ejercicio de la sexualidad; la equidad es también una necesidad en las relaciones afectivas de los viejos; muchas personas adultas mayores, principalmente mujeres, deciden cancelar en su vida el ejercicio de la sexualidad. Sin contar con estudios sobre el caso, podemos aventurar que una causa a esta desición, ha sido una vida personal, familiar y sexual llena de inequidad hacia ellas.

El ejercicio de la sexualidad plena y gozosa brinda beneficios a la salud de las personas, en los ámbitos físico, mental y emocional; entre los mayores es un poderoso estimulante emocional y se tienen referencias de beneficios directos al corazón y al sistema circulatorio.

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