OSTEOPOROSIS
Invitada: Dra. María del Pilar Díez García
La osteoporosis destaca ya como una de las enfermedades crónico degenerativas asociadas a la edad que tiene cada vez mayor incidencia entre la población, su desarrollo silencioso causa estragos sobre todo en las mujeres de mayor edad.
México vive desde hace algunos años un proceso conocido como transición epidemiológica en donde las enfermedades infectocontagiosas han bajado en su incidencia contrastando con el aumento de casos de enfermedades crónico-degenerativas, destacan en este grupo de enfermedades la diabetes, la hipertensión, algunos tipos de cancer y la osteoporosis, esta última, cada vez tiene mayor número de afectados, se estima que en México cerca de 5 millones de adultos mayores tienen ya un proceso de perdida de densidad osea en sus huesos.
En efecto la osteoporosis es la enfermedad en la cual se rompe el equilibrio entre las celulas encargadas de mantener un equilibrio entre la dureza y la flexibilidad de los huesos, durante toda la vida los huesos mantienen una intensa vida interna protagonizada por dos tipos de celulas antagóncas entre sí: Los osteoblastos celulas inmaduras que desarrollan y construyen los tejidos trabeculares y se convierten en osteofitos, celulas maduras del hueso que le dan densidad y fuerza; y por otra parte los osteoclastos, celulas dedicadas a destruir precisamente estas células constructoras o construidas, cuando por diferentes causas este delicado equilibrio se rompe deriva en dos posibles escenarios, la osteopetrosis huesos excesivamente duros sin porosidad y la osteoporosis donde los huesos pierden densidad y fuerza por un exceso de porosidad.
La osteoporosis se divide de acuerdo a su origen en dos tipos, la primaria cuando esta se desarrolla de manera autónoma sin influencia de otros padecimentos, se divide en tipo 1 cuando la causa principal es la menopausia y la falta de estrógenos; la de tipo 2 cuando el afectado es adulto mayor y cuyas causas son principalmente genética, nutricional y de estilo de vida (sedentarismo, tabaquismo, etc.); y secundaria cuando el desequilibrio es producto de otras enfermedades que alteran el sistema endocrino (diabetes, hipertiroidismo, hiperparatiroidismo) y el consumo de ciertos fármacos (anticonvulsivos, glucocorticoides).
Si bien la Osteoporosis es una enfermedad asintomática, su prevención es la mejor forma de enfrentarla, para esto los especialista porponen una tríada preventiva: En primer lugar lo ocupa la nutrición, se ha comprobado que los seres humanos tenemos la capacidad de fortalecer la densidad osea desde los cero años hasta principios de la tercer década de vida, en este periodo resulta fundamental tener un nutrición rica en calcio para consolidar una reserva que ayude a mantener la fuerza osea durante más años de vida, otro factor fundamental lo representa el ejercicio físico sobre toda aquel que combina la resistencia a la gravedad y el fortalecimiento muscular, que ayudan a estimular la producción de osteoblastos, aparte de proporcionar a los adultos mayores flexibilidad, equilibrio, fuerza y la apreciación emocional de la convivencia.
El tercer concepto que compone esta tríada preventiva es mucho más lúdica y se combina perfecto con la practica del ejercicio físico; tomar diariamente baños de sol en donde los rayos de sol tengan contacto durante 15 o 20 minutos directamente en nuestra piel, los rayos de sol son imprecindibles para producir y asimilar la vitamina D, que a su vez es el vehículo para que el Calcio logre integrarse a las celulas del hueso.
Contradictoriamente a lo que la mayoría de medicos generales de primer nivel recetan a los pacientes con sospecha de padecer osteoporosis en cualquiera de sus etapas: Comprimidos de calcio en diferentes dosis, pero sin incidir en un cambio en las dietas y conductas alimenticias y de ejercicio físico, los especialistas recomiendan con mayor énfasis el cambio de los estilos de vida hacia conductas saludables, incorporando esta tríada preventiva: nutrición balanceada, ejercicio físico aeróbico y sol. Claro que recomiendan no automedicarse y acercarse con los médicos certificados en Osteoporosis para que sean evaluados y diagnosticados de manera integral, oportuna y correcta.
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