Sitio virtual del Programa de Radio, sinópsis, podcast, vínculos e información para aprender a envejecer. Produce: Colectivo ENEX Envejecimiento Exitoso Conducen: Rodolfo Jiménez Beltrán y Ernesto Padilla Nieto
domingo, 25 de julio de 2010
Programa 30/10 del 25 de Julio de 2010
domingo, 18 de julio de 2010
Programa 29/10 del 18 de Julio del 2010
Desde la perspectiva de un envejecimiento individualizado, heterogéneo y multifactorial, en el que de antemano se reconoce que enfermedad no es sinónimo de vejez y que en la etapa de la vejez no necesariamente se deben padecer enfermedades, vemos sin embargo en grandes proporciones de la población mayor a personas que sufren un deterioro biológico muy marcado, incluso con consecuencias de dependencia y de discapacidad. ¿que ha llevado a estas personas ha vivir una vejez de difícil tránsito? existen factores predeterminantes como la herencia genética, algún accidente, factores ambientales o en otros casos la falta de una cultura de prevención y de autocuidado, regularmente siempre se suman varios factores, no suele ser producto de un solo factor.
Estilos de vida en donde los hábitos saludables suelen no practicarse, sino por el contrario son comunes la práctica de hábitos y conductas nocivas que van produciendo daños que a la postre se manifiestan como enfermedades crónicas, degenerativas y discapacitantes que orillan a la persona mayor a vivir en estados de postración física y marginación social; esto, es lo que se conoce como envejecimiento patológico; una vejez con una carga excesiva de sufrimiento tanto físico como emocional.
Para muchos esta es la forma "normal" de envejecer, suponer y creer que es parte normal del envejecimiento la aparición de enfermedades, incluso algunas enfermedades popularmente se les reconoce como enfermedades de los viejos y se considera "normal" padecerlas, ejemplos: artritis o reumas, glaucoma o cataratas, demencia senil, diabetes, entre otras.
Sin embargo se ha visto y probado que esto es solo parte del estereotipo social que se tiene de la vejez, ya que por otra parte existen -cada vez más- ejemplos de personas que no padecen enfermedades crónicas y discapacitantes y que logran alcanzar edades muy avanzadas (ver entrada 27/10) conservando autonomía, funcionalidad, independencia y calidad de vida; la diferencia entre un grupo y otro se sustenta en varios factores que regularmente no aplican a una sola fórmula, pero que aplicados en la medida de la necesidad de cada persona suele dar como resultado un envejecimiento activo y saludable que desemboca en una vejez con una vida satisfactoria y plena; los factores a los que nos referimos son de orden ambiental, económico, hereditario, nutricional, de actividad física y mental, ocupacional, de autocuidado y de participación social.
Como lo mencionamos la semana anterior los hábitos que practicamos durante toda nuestra vida serán determinantes en la etapa de la vejez, sin embargo en cualquier etapa de la vida, siempre será posible asumir cambios positivos para evitar la enfermedad y la decrepitud, que nos ayuden a alcanzar una vejez saludable y exitosa.
domingo, 11 de julio de 2010
Programa 28/10 del 11 de Julio del 2009
Debemos observar que los hábitos pueden ser saludables o no saludables y su ejercicio depende de una gran variedad de factores que influyen en la persona, factores de entorno, de condición económica, de acceso a la información, culturales, entre otros.
Entre los hábitos no saludables y nocivos para el mantenimiento de la salud destacan la mala alimentación tanto en un extremo la desnutrición por falta de nutrimentos como por el exceso de los mismos que derivan en exceso de peso y obesidad, el sedentarismo que de alguna forma coadyuva en el desarrollo de estos trastornos nutricionales, así como las adicciones a bebidas alcohólicas, tabaco, medicamentos y otras sustancias químicas procesadas, la automedicación también es un mal hábito muy arraigado y fomentado a gran escala con grandes dividendos económicos para la industria farmacéutica.
Por otro lado están los hábitos saludables: En primer lugar sin duda esta la alimentación natural y equilibrada, basada en el consumo de todos los grupos de alimentos, privilegiando el consumo de frutas y verduras; restringiendo al máximo los productos industrializados con altos índices de sodio, conservadores, edulcorantes sintéticos, grasas, y carbohidratos refinados. El ejercicio físico cotidiano es un regulador natural de todos los sistemas de nuestro cuerpo, actúa tanto como un medio preventivo sino que también tiene efectos terapéuticos; otro hábito que de alguna manera nos acompaña es la limpieza y la higiene tanto física como del entorno y del hábitat.
Ahora que se sabe a ciencia cierta que el cerebro posee la capacidad de generar nuevas conexiones y se desmitificó la creencia de que las neuronas no pueden reproducirse, el ejercicio mental consciente y de esfuerzo, llamado ya con varios apelativos como "neurobics", "neurogym" o "gimnasia cerebral" tienen una aceptación muy favorable en el medio de la salud como un nuevo hábito saludable. Sin olvidar las actitudes preventivas y de autocuidado, entre ellas las visitas periódicas con los profesionales de la salud: Odontólogos, oftalmólogos, médicos de primer contacto o de medicina preventiva, llevar una cartilla de salud que incluya el seguimiento a un programa de vacunas y sobre todo evitar la automedicación.
En los aspectos Psico-sociales mantener relaciones sanas y afectivas con su entorno familiar y social, que les permita contar y ser parte de una red social de apoyo es un hábito saludable de muy buenos resultados.
Finalmente debemos reconocer que ninguna persona va a envejecer igual a otra, que cada uno es único e irrepetible por tanto debe observar su realidad particular y en base a ello actuar y procurar por el mantenimiento de su salud; saber que aún y cuando es mejor iniciar la práctica de hábitos saludables a edades tempranas, esto no impide que cualquier persona en cualquier etapa de su vida implemente cambios favorables para mejorar su calidad de vida; y entender que ya en la etapa de la vejez la "salud" será proporcional al grado de funcionalidad, autonomía e independencia que se conserven y no tanto en los padecimientos que se tengan.